psicologos torrejon de ardoz
¿Qué es?
El objetivo de la psicología infantil es mejorar la calidad de vida de los niños y niñas en lo referente a la manera en que interpretan lo que les sucede
El desarrollo infantil es un camino lleno de altibajos: con la misma rapidez con que los niños hacen gala de sus avances también retroceden, casi siempre víctimas de los conflictos que les rodean. De hecho, es natural que los niños pequeños tengan problemas ocasionales para dormir, se hagan pis en la cama de vez en cuando, lloren sin motivo aparente, discutan con sus hermanos o tengan arrebatos de ira. Por lo general, estas reacciones suelen ser de corta duración y no suelen interferir en su desarrollo.
¿En qué consiste?
General, con todos los pacientes, pero con características que iré detallando en función de la edad:
-Primeras sesiones de entrevistas iniciales, exploración del síntoma y del contexto socio-familiar
-Sesiones de evaluación test, pruebas proyectivas, observación
-Sesiones de trabajo terapéutico la conversación y el juego como herramientas fundamentales de trabajo
En este punto es importante diferenciar el trabajo con niños muy pequeños, del trabajo con niños un poco más mayores y adolescentes.
-Con niños pequeños (menores de 6): a través del juego. Los niños pequeños no nos expresan lo que sienten a través de palabras, o si lo hacen son muy pocas. Es fundamental el trabajo experiencial. Es a través del juego cómo se puede percibir las diferentes reacciones de los niños. Detalles como si el primer día de sesión entran solos a consulta, o entran con sus padres, son interesantes para poder comprenderle.
Como en casi todas las terapias, el primer paso fundamentalmente consiste en fomentar una alianza con el pequeño, que se sienta cómodo y a gusto con el profesional, para que a través de esta confianza pueda dejar volar su imaginación y sus emociones, y a través de ello se pueda trabajar en sesión. La mayor parte de la interacción es a través del juego. Es importante observar a qué quieren jugar, cómo juega, qué papel desempeña el profesional en el juego, en qué lugar se coloca el niño.
Una vez superada digamos la fase de evaluación, se continuará trabajando con las hipótesis e interpretaciones que el terapeuta haya podido observar en el niño, y a través del juego, y de diferentes actividades simbólicas, se trabajarán los aspectos que se hayan considerado importantes.
–Latentes (6-12): El procedimiento es similar. En este caso, al ser un poco más mayores, a parte del juego, nos podemos valer un poco más de la palabra. Pero el juego sigue cobrando un papel fundamental en el proceso terapéutico.
–Adolescentes (13-18): con esta población nos encontramos con características diferenciadas. El juego deja de cobrar un papel tan importante, pasando a ser el vínculo con el adolescente uno de los primeros aspectos más relevantes a tener en cuenta, para que puedan abrirse y comenzar un trabajo, fomentar un lugar de reflexión y escucha acerca de lo que les preocupa. Es una etapa complicada, debido a los cambios físicos, hormonales, corporales, también suele ser un período donde los padres sienten dudas, preocupaciones, por las decisiones, compañías o estilos de vida que comiencen a desarrollar sus hijos.
Es cierto que hay un punto, un equilibrio, difícil de encontrar. Los adolescentes, para continuar con un desarrollo normativo del ciclo vital, pasan por un proceso de diferenciación, en el que van construyendo su identidad, y necesitan de alguna manera, separarse del núcleo familiar para identificarse más con el grupo de pares. Digamos que sus ídolos y súper héroes dejan de ser los padres y comienzan a ser…
¿Cómo se trabaja?
-Individual/familiar.
Individual: cita con los padres de manera periódica (dependiendo de cada caso) donde se informa de los avances, pero no del contenido explícito
Familiar: todos los miembros del sistema familiar, normalmente alternándolas con sesiones individuales con el paciente identificado
-Semanal/quincenal
-Sesiones de una hora de duración
PSICOTERAPIA INFANTIL INDIVIDUAL
La psicoterapia individual en el niño y adolescente ofrece un espacio de contención al paciente y a los familiares. Se trabaja en la búsqueda de las causas que provocan la conducta y la incorporación de nuevos recursos que ayuden a gestionar la emoción. La terapia consiste en fomentar una modalidad de expresión del malestar distinta a la que se viene repitiendo (conductas agresivas, conductas desafiantes, aislamiento, fracaso escolar, ansiedad presión entre otras).
PSICOTERAPIA FAMILIAR
La psicoterapia familiar presenta un enfoque holístico a la problemática del niño adolescente. Se trabaja desde el vínculo establecido entre los integrantes de la familia para comprender y modificar aquello que provoca malestar en el paciente. El enfoque es desde una perspectiva sistémica y psicodramática donde aparecen los roles que cada miembro de la familia ejerce dentro del sistema.
Comunicación con los padres
En Origami, siempre tenemos una primera sesión con los padres para poder conocer desde su perspectiva el contexto, las dificultades o incluso los miedos que puedan tener o percibir sobre su hijo o hija. Es importante destacar, como es evidente, que, dependiendo de la edad de los menores, la comunicación con los padres será diferente.
-En el caso de los más pequeños, es más sencillo, porque éstos no suelen tener ningún “temor” a que se hable con los padres sobre lo que se trabaja en sesión, tras unas sesiones de evaluación, se tendrá una sesión con los padres para que el psicólogo pueda hacer una pequeña valoración.
-En adolescentes, respetar el secreto profesional es fundamental
.COMUNICACIÓN CON EL COLEGIO
Dependiendo de la situación del paciente y del contexto, es importante la comunicación con el colegio por dos motivos principalmente:
-Obtener más información acerca del contexto, dificultades del niño, no solo desde la perspectiva de los padres, sino de otra más
-Trabajar en la misma dirección, a veces sucede que el psicólogo trabaja en una dirección, el cole en otra y en casa en otra, por eso bueno tener una sintonía en ese sentido. Por ejemplo, psicólogo “más atención”, colegio “menos atención” al final es contra producente y el niño termina por confundirse.
¿Cómo se cuándo debo llevar a mi hijo/a al psicólogo?
Vamos a diferenciar señales de riesgo en los más pequeños, de los más mayores o ya entrados en la adolescencia
Atención temprana y latentes:
- Problemas para conciliar el sueño
- Pesadillas frecuentes o terrores nocturnos
- Comportamientos extraños
- Miedo intenso
- Excesiva agresividad
- Comportamiento regresivo (realización de conductas de edades anteriores)
- Problemas de atención y lectura
- Lentitud en el desarrollo del lenguaje o del habla
- Falta de respuestas emocionales apropiadas
- Mojar la cama a edades avanzadas
- Retraimiento y problemas de relación social
- Hiperactividad
- Escuchar voces o hablar solo
- El niño dice ver cosas inexistentes
- Se queja de dolores estomacales, dolores de cabeza u otros síntomas físicos de manera muy frecuente
- Conductas repetitivas y obsesivas
- Irritabilidad frecuente
- Desánimo la mayor parte del tiempo
- Si vemos que nuestro niño lo pasa mal, que sufre, que no es feliz y no disfruta en su día a día, al punto de no querer salir de casa ni estar con otras personas.
- Cuando el desgaste emocional en casa es muy elevado y genera problemas de conducta como conseguir que el niño obedezca, estudie… Con la ayuda de un psicólogo, seguro que se puede mejorar.
- Cuando los niños tienen problemas en el aprendizaje; no les va bien en el colegio, observamos que les cuesta aprender, que no se centran en clase ni a la hora de hacer los deberes… No hay que esperar a que el fracaso escolar se haya producido y el niño esté suspendiendo o que vaya a repetir curso.
- Cuando el niño tiene dificultad de relacionarse con los demás, es extremamente tímido y retraído. Lo ideal es pedir ayuda pronto, así será más fácil comenzar una reeducación de los aprendizajes.
- Cuando el miedo que pueda tener el niño le domine, es decir, persista por mucho tiempo y acabe provocando situaciones de ansiedad.
Adolescencia:
¿Cuándo consultar al psicólogo en la adolescencia?
Muchos padres se preguntan cuándo es importante consultar al psicólogo en la adolescencia, ya que la etapa en sí misma exige ciertos ajustes. ¿Es normal esto que observo en mi hijo? ¿Es propio de la adolescencia? ¿Ya pasará? ya no me cuenta… suelen decirme los padres al llegar a la consulta y con razones válidas.
Efectivamente la adolescencia es una etapa sumamente convulsa en donde pueden aparecer un gran número de dificultades emocionales, psíquicas, cognitivas, sociales, sexuales sin que nos encontremos efectivamente con una patología. Pero cuando las señales son persistentes o aparecen en conjunto si que pueden estar mostrando una necesidad de ser ayudados a transitar la adolescencia de la mejor manera posible.-
¿Por qué en la adolescencia?
Porque la adolescencia convergen una gran número de cambios que exigen una adaptación y elaboración de parte de los adolescentes. Y también de sus padres, que deben acomodarse en un espacio cercano y protector pero no invasivo ni sobreprotector. A veces no es fácil encontrar ese espacio entre padres e hijos y pueden surgir complicaciones.
La conquista de la autonomía y el respeto la intimidad son factores cruciales en la adolescencia y para ellos los chicos y chicas tienen que superar ciertos retos. Poder desarrollar su independencia desde la dependencia total con la que los seres humanos llegamos al mundo nos demanda un gran esfuerzo y en esta etapa se ponen en evidencia aspectos que no han podido irse desarrollando saludablemente.
Sus figuras de identificación y referencia parentales son trastocados, el cuerpo les cambia abruptamente, experimentan nuevas sensaciones en su cuerpo y sus capacidades de razonamiento y pensamiento se vuelven más complejos, permitiéndose acceder a un sin número de nuevos interrogantes.
Señales por las que consultar al psicólogo en la adolescencia
- Las elecciones vocacionales que los adolescentes deben realizar en relación a su futura formación o vida profesional puede generar gran ansiedad y estrés. El contexto en el que vivimos y las posibilidades a las que aspirar suelen ser una preocupación -justificada- en muchos jóvenes.
- Las inhibiciones cognitivas, bajo rendimiento en los estudios pueden estar mostrando que algo no va bien. A veces como un intento de prolongar una etapa ante el desarrollo adulto sentido como angustiante.
- Ciertas conductas de riesgo repetidas en la adolescencia también pueden ser una señal. Accidentes frecuentes, consumo (repetido), altercados con la ley, conductas agresivas, maníacas, hiperactivas, pueden tomar una gravedad particular.
- Es una etapa en donde termina de constituirse la identidad sexual y pueden aparecer inhibiciones, fobias, o por el contrario conductas promiscuas, descuidos de la intimidad y el cuerpo. El despertar de la sexualidad, las nuevas sensaciones, las búsqueda de afectos puede generar gran incomodidad y temores.
- Alteraciones de la alimentación como bulimia y anorexia pueden aparecer en esta etapa. La consulta al psicólogo puede despejar la intensidad o gravedad de la situación que el adolescente puede estar experimentando o sintiendo.
- Ausencia de amigos o interés por realizar actividades fuera de casa suele ser una señal de dificultades. En la búsqueda de ser queridos y aceptados y la construcción de parejas sentimentales pueden aparecer conductas excesivas de control del partenaire, celos excesivos, dependencia, sumisión o el establecimiento de relaciones donde la humillación, la amenaza y el abuso en distintos grados esté presente; a veces también con altercados violentos y maltrato psíquico y/o físico. Todos estos aspectos pueden requerir la ayuda profesional.
- El acceso a la información que hoy tienen los jóvenes, la telefonía móvil, internet han cambiado rotundamente las maneras de comunicarse y relacionarse. Hoy se hace presente los casos de ciberbullying o acoso a través de las redes sociales que presenta un efecto inmediato y de gran extensión que pueden provocar efectos devastadores.
- Conductas adictivas, consumo de sustancias y ligadas al uso abusivo de la tecnologías.
- Actitudes fanáticas e intolerantes pueden estar mostrando una gran necesidad de contención, en donde las conductas agresivas, la humillación, o los ritos pueden ser extremos. No me refiero a la búsqueda de pertenencia a grupos como tribus urbanas que contribuyen en un sentimiento de identidad colectivo, sino a grupos con ideologías más radicales que llevan a cabo acciones violentas. Tampoco a la necesidad de ídolos esperables de la edad, sino realmente a elecciones basadas en ideales imposibles que no permiten la aceptación de lo diferente.
- Adolescentes que oyen voces, ven objetos extraños pueden estar atravesando un gran sufrimiento.
¿Todos los adolescentes necesitan ayuda?
No todos los adolescentes requieren ayuda en la resolución de sus conflictos. Pero, es en la adolescencia con todos los retos que implica en donde algunas dificultades que vienen larvadas de la infancia hacen su eclosión. Que pueden dar lugar a complicaciones de diversa gravedad. Jóvenes que arrastran dificultades desde la infancia, o que han pasado desapercibidas en un buen comportamiento pueden presentar mayores complicaciones.
La adolescencia como etapa en la que todo se reorganiza, psíquicamente hablando, puede representar una oportunidad para integrar aspectos que ha quedado excluidos, negados que fortalezcan al adolescente. Adolescentes que han vivido situaciones traumáticas, abandonos- adopción, abusos, malos tratos, pérdidas de un ser querido, migraciones, separaciones convulsas entre los padres pueden encontrarse con un gran trabajo elaborativo por delante que dificulta el recorrido de su adolescencia.
Si tiene cualquier duda con respecto a su hijo o a la relación que tiene con él, los psicólogos con experiencia en adolescentes podemos ayudarlo a clarificar si se tratan de conductas o situaciones frecuentes y esperables de la etapa o si puede estar requiriendo algún tipo de ayuda terapéutica.